Diferencias entre Cervezas artesanales y Cervezas industriales
Está claro que el mercado está copado por las cervezas industriales, debido a su implantación en la distribución como por su precio. A partir de ahí buscamos un sustituto del agua, que nos refresque y que nos aporte sabor y alguna que otra sensación amarga.
Ese es el consumo hoy día al menos en España. Pero ¿que ocurre cuando mostramos cervezas llenas de sabor, de aromas, de texturas y rodeadas de diseño un tanto Xtreme en sus etiquetas y botellas?, pues que el consumidor abre los ojos y dice -¿esto son cervezas? ¿si está turbia?-, aunque posiblemente quedan asombrados por la cantidad ingente de cervezas que nacen todas las semanas y porque se dan cuenta que la respuesta hay que volver a formularla hacia ¿entonces que he estado bebiendo durante tantos años?
En las proporciones, el tratamiento y el proceso de elaboración de estos cuatro elementos está la principal diferencia entre ambas. Menor materia prima y utilización de conservantes no naturales son la apuesta de las cervezas industriales, contrapuestas a las artesanales en las cuales además todo el proceso de elaboración es manual desde el molido de las maltas hasta el embotellamiento, sin que contenga ningún tipo de aditivo químico. Cada maestro cervecero desarrolla su propia fórmula que le impregna atractivo y personalidad a su sabor, además de jugar con las presentaciones.
Todo el proceso descrito lleva por ende un coste mayor que las cervezas industriales, lo cuál está sobradamente justificado. Una vez hemos entendido las principales diferencia entre ambas categorías de cervezas, vamos añadir 1 nueva categoría, así podemos hablar de: los cerveceros caseros, las microcervecerías y las cervecerías industriales.
Los cerveceros caseros como su propio nombre indican «ellos se lo guisan y ellos se lo comen» tienen un equipo por norma, un tanto rudimentario que permite repetir de forma más o menos cercana la misma receta en distintas producciones. Hace su cerveza para disfrutarla él o con amigos y con todos nosotros.
Por último, las cervecerías industriales tienen un claro objetivo, fabricar miles y miles de litros y reducir personal, basándose su producción con el empleo de maquinaria industrial. La mayoría de las etapas están robotizadas o automatizadas y las cantidades y química de los elementos están controlados minuciosamente. Las cervecerías industriales buscan bajar costos, aumentar ventas y posicionar marcas. Un empresario no hace la cerveza que más le gusta sino la que más dinero le deja. Aunque todos deben de existir y coexistir en armonía, porque siempre hay una cerveza para cada momento y bolsillo, la apuesta de las artesanales no es otra que abrir el abanico de posibilidades de disfrutar de una buena cerveza.
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