La cura de humildad de la cata a ciegas

Introducimos un vino de Toro con un precio de 1,74 € en Mercadona entre una selección de 20 grandes vinos de Toro, con el único fin de comprobar si es muy palpable la diferencia entre un vino de menos de 2 € y un vino de 50 €

La apuesta es honesta y muy sincera, a la cual incluido un servidor hemos sido sometido, sin conocer previamente que entre los vinos a catar se encontraba una botella que no hemos seleccionado previamente y que rompe cualquier concepto de precio, porque sigo opinando que un vino que se puede comprar por 1,74 € impuestos incluidos, donde está la ganancia del establecimiento (y amplia), el cristal, el coste de la etiqueta, del corcho -o lo que se supone que es- la cápsula etc… no es ni natural ni completamente placentero. ¿Que por ese precio es imposible encontrar algo mejor o menos malo? la verdad que también.

¿CÓMO OCURRIÓ?

El comité de cata de la Guía de vinos Akatavino selecciona 20 vinos de Tinta de Toro entre una selección de más de 50 vinos propuestas, a las que se incorporan algunos vinos propuestos por el Comité de Expertos #SECP (Sociedad Española de Cata Profesional) y uno de sus miembros sin que nadie conozca lo que iba a suceder, introduce una botella también de Tinta de Toro pero en esta ocasión un vino procedente del Mercadona con un coste de 1,73€ la botella y empieza la cata totalmente a ciegas y con sorteo del orden de las botellas enfundadas.

Se procede a servir las doce primera copas de la tanda 1, en 3 filas de 4 copas cada uno. Los miembros del comité dispone de un tiempo para evaluar de forma individual cada fila de 4 vinos, al término se dedican 10 minutos para poner encima de la mesas las sensaciones que nos aportado y consensuar precio estipulado y puntuación, y así sucesivamente hasta que desfilan los más de 20 vinos previamente seleccionados.

Entre ellos el ejemplar de CONQUERO JOVEN 100% Tinta de Toro 2016 elaborado por la bodega Pagos del Rey, y el resultado ha sido el esperado desvelando el acierto y el buen criterio de evaluación del comité, con una coincidencia plena de que se trataba de un vino que estaba muy por debajo de la calidad y nivel organoléptico del resto de vinos que hasta entonces fueron catados, el concenso dibujó un vino donde daba igual la variedad, porque ofrecía esos aromas de tantos y tantos vinos por copeo en menús de 8€, donde da igual la añada porque para eso están -permitidos- los correctores, y siempre es lo mismo, donde el desequilibrio es evidente, el alcohol va por un camino, la acidez por otro, la ausencia de tanicidad madura es evidente, eso sí muy golosito e intenso -demasiado- esas notas que nos recuerdan al famoso refresco de fresa a base de polvos y agua llamado Tang y la respuesta fué ¿que hace un vino de esta calidad en una cata así?, cuando descubrimos la botella todos sonreímos.

NOTA: La cata a ciegas somete al catador a una infame cura de humildad, y evita que se actúe influenciado por las etiquetas, también ocurrió con un Pintia 2011, el vino de toro de Vega Sicilia, donde todos coincidemos que no entendíamos la propuesta en copa, con un vino desequilibrado y sobre todo desestructurado, donde no había integración ni equilibrio, al igual que los comentarios en boca de Almirez 2015 de Teso la Monja, donde todos coincidemos que presentaba una tanicidad verde inusitada, lo más parecido a darle un bocado a un kaki verde y dejarte la boca incluida la laringe y faringe con una aspereza ciertamente desagradable. Si estas botellas hubieran estado a etiqueta vista, quizás se hubieran buscado otras respuestas ante las sensaciones producidas en la copa.

Guía AkataVino 2017/2018 | Catamos y Puntuamos

850 Vinos | 275 Bodegas | 720 Páginas | 1000 Fotografías inéditas