Amaya Arzuaga 2011
Bodegas Arzuaga Navarro
Un elenco de contundentes percepciones que sorprenden al combinarse y complementarse graciosamente entre ellas para velarnos una hedonista armonía
Amaya Arzuaga 2011. 95% Tempranillo, 5% Albillo. Ribera del Duero.
Sofisticadamente delicado y perfumado. Un vino tan personal, como su etiqueta y como probablemente lo sea Amaya Arzuaga. Un vino hecho a su patrón. Un vino de sastrería, lleno de colores en forma de flores, muy peculiar en sus aromas, intensos, llenos de sentido, rico, sabroso, largo y con una tremenda vida en botella.
LA BODEGA
En el Corazón de la Ribera del Duero
La bodega se alza cerca del Duero y adorna una carretera tan castellana como la que une Soria con Valladolid. Un canto a la piedra, sólida y rústica con evocación monacal por sus arcadas, torres a los lados y, en el centro, el campanario coronado por la veleta de los vientos. Fuera la piedra y dentro la cálida madera del olmo dan la bienvenida al visitante y preparan su ánimo para probar unos vinos especiales.
Ejemplo de dedicación y pasión por la tierra y el vino
Fundada a comienzos de los 90 por la familia Arzuaga Navarro, se alza cerca del Duero y adorna una carretera tan castellana como la que une Soria con Valladolid. Un canto a la piedra, sólida y rústica con evocación monacal por sus arcadas, torres a los lados y, en el centro, el campanario coronado por la veleta de los vientos.
Fuera la piedra y dentro la cálida madera del olmo dan la bienvenida al visitante y preparan su ánimo para probar unos vinos especiales.
Fue Florentino Arzuaga, un gran amante del vino, quien fundó Bodegas Arzuaga- Navarro tras comprar la Finca La Planta, situada en la localidad vallisoletana de Quintanilla de Onésimo, y lugar donde conviven la flora y la fauna de la zona. Una flora compuesta de pinos, encinas y sabinas y una fauna formada por jabalíes y ciervos, en ella vio el gran potencia de la finca que, por su dimensión, tiene horizonte propio, después vinieron las cepas, la bodega y el vino; un tinto como a él le gustaba: con esqueleto pero elegante, rotundo y complejo a la vez. La familia Arzuaga lleva en su ánimo la tenacidad del emprendedor pero con la sensibilidad por la estética y la perfección.
El Origen
Bodegas Arzuaga-Navarro está ubicada en Valladolid, en plena denominación de Origen Ribera del Duero. El escenario donde nacen los vinos que elabora la bodega lo encontraremos en La Finca La Planta, propiedad que la familia Arzuaga posee en la localidad vallisoletana de Quintanilla de Onésimo. Con una situación privilegiada para el cultivo de la vid, ya que sus cepas reciben el sol y la humedad necesaria para la perfecta maduración de la uva.
La elaboración de los vinos Arzuaga-Navarro se deben, sin ninguna duda, a tres premisas: el suelo, el clima y la orientación.
La Planta es un lugar donde conviven la flora y la fauna de la zona. Una flora compuesta de pinos, encinas y sabinas y una fauna formada por jabalíes y ciervos. Esta convivencia es, sin duda, la constatación del amor que siente la familia Arzuaga por el mundo de la naturaleza. La finca consta de 1.400 hectáreas, todo un lujo en plena denominación y Milla de Oro de la Ribera del Duero.
Es a principios de los años 90, cuando Florentino Arzuaga y tras la compra de la finca La Planta, comienza con la plantación de cepas, la construcción de la bodega y, por supuesto, la elaboración del vino.
Los Viñedos
La calidad es fundamental en Arzuaga-Navarro, es el aspecto más mimado y cuidado.
Esta atención se inicia en el viñedo, porque es imposible hacer un buen vino sin uvas sanas y de calidad. Aquí se cuida que los rendimientos sean muy limitados en sintonía con unos suelos de escasa fertilidad y el duro clima castellano, ya que una producción demasiado alta restaría concentración y calidad al vino. La excelente calidad de sus uvas, premisa inexcusable del buen vino, el mismo con el que son cuidados los viñedos y la pasión en el trabajo han hecho que sus vinos sean ya unos de los más prestigiosos de la Denominación de Origen de la Ribera del Duero
La Bodega Arzuaga-Navarro cuenta con 150 hectáreas de viñedo, distribuidos entre las inmediaciones de la bodega y el espacio natural de la finca La Planta. Los viñedos de Arzuaga-Navarro disfrutan de un clima único: El día se caracteriza por un sol nítido, mientras que la noche es fresca y húmeda. Esta combinación climática hace que la maduración de las uvas sea lenta y perfecta, cuyo resultado sea un fruto sano, teñido y azucarado, y con una aromática acidez. En esta región castellana, con suelos de escasa fertilidad, se cultiva las variedades Tinto Fino o Tempranillo, y las variedades francesas Cabernet Sauvignon y Merlot. El 80% de las viñas superan los 20 años bajo producción más o menos de 4.00 kg/ha. Por otro lado, La Bodega Arzuaga-Navarro posee viñedos fuera de la provincia de Valladolid, concretamente en la localidad de Malagón, en Ciudad Real, donde elabora el vino Pago Florentino.
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