Pazo de La Cuesta lanza su mencía 2022
Un vino fresco, equilibrado y de una calidad «inmejorable»
En la bodega familiar más antigua de Galicia trabajan la poda de respeto: regulan las producciones con una carga mínima de uva en cada cepa y con unos racimos bien distribuidos, lo que permite una correcta maduración del fruto
La orientación de la finca, con un buen número de horas de radiación solar, y los drenajes del suelo son factores que influyen positivamente en las características de sus vinos.
Pazo de La Cuesta, la bodega familiar más antigua de Galicia, ubicada en San Clodio de Ribas de Sil, acaba de lanzar su mencía 2022. Un vino que destaca por su frescura, equilibrio y calidad.
«La mencía que elaboramos en Pazo de La Cuesta es muy diferente a la que podemos encontrar en otras zonas de Galicia. Sin duda alguna, la poda que realizamos aquí marca la diferencia frente a la que se hace en otras bodegas. Este es uno de los factores fundamentales que va a marcar el desarrollo de la uva en la viña. La filosofía que tenemos en Pazo de La Cuesta regula perfectamente las producciones dependiendo de las diferentes parcelas, aunque todo el viñedo está en la misma finca, tenemos ubicaciones diferentes y producciones distintas», ha revelado el director técnico y enólogo de Pazo de La Cuesta, Luis Buitrón.
En Pazo de La Cuesta trabajan la poda de respeto: regulan las producciones con una carga mínima de uva en cada cepa y con unos racimos bien distribuidos, lo que permite una correcta maduración del fruto. De esta manera, consiguen unos vinos de 13 grados, que manifiesten la frescura y características de la zona, con un buen equilibrio con el paso por madera.
«Lo que buscamos al regular la poda es el equilibrio en todos los parámetros. Empezando por la graduación alcohólica, la acidez y los antocianos para conseguir una buena carga de color equilibrada. Nuestro trabajo en viña consiste en conseguir un buen equilibrio entre la planta y el terreno, y ese es el resultado de haber hecho unas labores de labranza adecuadas durante todo el año. En Pazo de La Cuesta no utilizamos herbicidas, y todas las labores son mecánicas para conseguir una buena aireación de la tierra. Así, el agua puede fluir perfectamente a las raíces de la planta y conseguir ese buen equilibrio», ha explicado Luis Buitrón.
La orientación de la finca, con un buen número de horas de radiación solar, y los drenajes del suelo son factores que influyen positivamente en las características de sus vinos. El equipo de Pazo de La Cuesta resalta que uno de los factores clave que tienen los vinos que elaboran es la situación climática privilegiada con la que cuentan, ya que Quiroga es el valle de la Ribeira Sacra que, posiblemente, más horas de radiación solar tiene.
«La elaboración de la mencía en Pazo de La Cuesta tiene dos procesos principales: la fermentación en depósitos de acero inoxidable, entre 22 y 24 grados y la fermentación maloláctica, que también la realizamos en depósitos de acero inoxidable. Aproximadamente, una vez que se termina todo el proceso de la fermentación lo tenemos entre cinco o seis meses en los depósitos de acero y después pasaríamos a la segunda parte que es el paso a la madera. Aquí jugamos con maderas de 300 y 500 litros de capacidad. En estos momentos, trabajamos con tres tipos de madera: francés, americano y centroeuropeo, con tostados medio/bajos, para que la madera aporte, pero no influya y no solape tanto el sabor como los aromas propios de la mencía. El resultado es un vino de calidad inmejorable”, ha destacado Buitrón.