Pago de Carraovejas
La evolución del concepto crianza y reserva
Artículo by Antonio Jesús Pérez 07.2022
Sois muchos los que nos preguntáis cuando hablamos de Pago de Carraovejas ¿por qué ya no elaboran su crianza y su reserva?
La respuesta lo definen dos palabras: Evolución y Vanguardismo.
Evolución porque desde hace unos años en Pago de Carraovejas han desarrollado el proyecto Alma Carraovejas: El respeto por el origen, el alma de una trayectoria y la emoción de un camino por recorrer.
Vanguardismo porque representa un empuje de los límites de lo que se acepta como la norma o statu quo (joven, roble, crianza, reserva y gran greserva).
Para poder cumplir estos preceptos, han fusionado su dos etiquetas Crianza y Reserva, en un único vino etiquetado como Cosecha y marcando la añada cómo signo de mayor importancia que el tiempo que ha permanecido en barrica y en botella.
Desde el 2015 Pago de Carraovejas es el vino único de la bodega que abandona la clasificación tradicional en función de los tiempos de crianza para unirse firmemente a una corriente imparable en España que defiende el origen y carácter de los vinos por encima de los procesos estandarizados de elaboración.
Presenta además un cuidado cambio de imagen, realizado por el estudio barcelonés Xavier Bas Disseny, elegido por la bodega por su particular sensibilidad hacia el sector del vino.
Analizamos mano a mano, cara a cara, el concepto de Reserva y el nuevo concepto de “cosecha” que aúna los extintos crianza y reserva.
LAS CLAVES DEL CAMBIO
En Pago de CARRAOVEJAS entienden que el vino debe ser quien guíe su propio rumbo, porque el carácter está en el origen de las laderas de CARRAOVEJAS, unido al punto extraordinario de madurez que han alcanzado sus viñedos.
Por ello realizan una viticultura minuciosa para que sea la añada una vez vendimiada quien marque sus necesidades, y los profesionales de bodega (bodeguero, viticultores, enólogos…) quienes interpreten sus necesidades (el concepto de “hablar” con el vino) para facilitarle lo que solicita el vino año tras año una vez vendimiado, de esta forma preservar la mejor expresión de sus suelos y el clima de contrastes de la Ribera del Duero.
Precisamente por ello, la contra etiqueta de crianza y reserva obliga a las bodegas a encorsetar el tiempo de barrica y botella a cada vino, saltándose lo que marca la añada, es por ello que decidieron aunar sus antiguos crianza y reserva en un único Pago de Carraovejas, más elástico, más flexible, más CARRAOVEJAS, que define con ímpetu cada añada de un terruño singular y por ende, el tiempo de barrica y bodega que necesita.
Si ya de por sí sus vinos son vendidos por cupos, estos Reservas tienen un carácter místico y son hoy día muy buscados por todos los amantes de Carraovejas, es decir por los amantes de una bodega que define los cinco conceptos de evolución social y económica de éxito hoy día: Origen, tradición, emoción, persuasión y vanguardismo.
PAGO de CARRAOVEJAS 2016
(Segunda añada desde el cambio).
Un vino emocionante que nos enseña su amplio corazón frutal y un cuerpo empapado del entorno donde nace (especias, matorrales, flores). Un tinto mimado por las barricas donde ha evolucionado y que le han forjado su armadura contra el desgaste del tiempo.
Su textura en boca es marca de sus suelos, produciendo un equilibrado y fascinante juego de salinidad en contraposición con la madurez de la fruta y las ligeras notas amargas proporcionadas por la madera, todo impulsado por una acidez fresca e impetuosa, y la sedosidad de su paso por boca. Un vino que evolucionará durante dos décadas.
PAGO de CARRAOVEJAS Reserva 2014
La última añada de este hoy icónico vino de la bodega, un vino que demuestra la concentración de los suelos de la ladera de Carraovejas, que necesita tiempo para expresar lo mejor de sí, que a sus 8 años, hoy día continúa su curso hacia la plenitud, porque es un vino de décadas, un tinto que define a la perfección lo que es y debe ser un verdadero vino reserva en la Ribera del Duero.