Ndp. 03/2019. El nuevo Reserva Especial de Bodega Rioja Vega toma su nombre de la zona en la que está situado el viñedo de Graciano del que proviene el 75% de las uvas que lo hacen; el restante 25% son uvas de Tempranillo de la zona de Imaz.

Graciano y Tempranillo son habituales compañeras en vinos riojanos, sin embargo, Imaz y Venta Jalón son dos terruños completamente diferentes entre sí, especialmente en cuanto a composición de suelos.

La Enóloga, Esperanza Elías, nos cuenta que decidió combinar uvas de Venta Jalón y de Imaz porque intuía que dos terruños tan distintos pero igualmente especiales podrían, juntos, dar un vino excepcional.

Esperanza quería dejar que cada viñedo contara su propia historia y, por ello, crio el mosto en barricas pequeñas de roble francés y americano durante dos años, tiempo suficiente para conseguir que la madera redondease el vino final, sin esconder la fruta.

“El suelo de Venta Jalón es arcilloso, ligeramente calcáreo, lo que favorece vinos de buena concentración, perfiles varietales y taninos maduros. Además, durante la añada 2014, las buenas condiciones climáticas potenciaron los efectos del terruño en este Reserva de edición limitada.

A su vez, la salinidad del suelo de Imaz limita la producción, lo que favorece la expresión varietal del Tempranillo de este viñedo, y la componente caliza del suelo le aporta elegancia”, en palabras de E. Elías.

En otras palabras, este Reserva es reflejo de la tierra de Rioja Vega: elegante, complejo, mineral, con taninos maduros, en el que predominan los aromas y sabores de la fruta madura.

Saborear cualquiera de las poco más de 12.000 botellas de Rioja Vega Venta Jalón Reserva 2014 equivale a un atardecer de cualquier día de vendimia, cuando la temperatura cae y el suelo del viñedo Venta Jalón se refresca y libera sus aromas a tierra, hojas, especias y fruta.